“Las cosas no son ni buenas ni malas”.
Cuando vives siguiendo los designios de tu corazón no puedes hacer nada malo, no puedes obrar de forma incorrecta. Y, aunque sepas que has hecho algo que no está del todo bien, no hay razón alguna para que te castigues por ello. Si te juzgas a ti mismo con demasiada rapidez por algo que hiciste en el pasado, puedes perder la oportunidad de aprender una importante lección en tu vida.
Perdónate a ti mismo por haber obrado a partir de los conocimientos que tenías en aquel entonces.
Ten en cuenta que si eres consecuente con la frecuencia a poder perdonarte a ti mism@, esto te ayuda a hallar la fuerza interior necesaria para liberarte a ti mismo en aquellos puntos en los que te has juzgado anteriormente.