Está claro que todos tenemos experiencia en relaciones, unas muy buenas, otras no tanto y algunas pueden ser realmente dolorosas. Lo que si es cierto, es que las relaciones de pareja ocupan un aspecto y lugar fundamental en nuestra vida.
En ocasiones suelo ver a personas que están en una relación totalmente dolorosa, pero son incapaces de verlo o reconocerlo. E incluso estar en una relación de este tipo, reconocerlo y son incapaces de salir de ella.
En cambio, otras personas son totalmente conscientes de ello y han asumido la insoportable convivencia como algo normal dentro de su vida, conformándose y afirmando con la odiosa frase: “Esto es lo que hay”.
Una relación tóxica es la relación en la que al menos una de las partes tiene actitudes y comportamientos impropios de lo que debe ser una relación sana, llegando a comportamientos de falta de respeto, manipulación o de maltrato psicológico y emocional.
Creo que todos conocemos o hemos visto casos de personas que tienen una relación complicada y, en algunos casos relaciones realmente tóxicas y dañinas. Se pueden llegar a hacer muchas cosas por amor, pero el amor no lo puede todo, aunque a veces sí causa una evidente ceguera que hace que una persona justifique y reste importancia a ciertos comportamientos realmente injustificables. Por eso, es necesario tener claro cuáles son algunas de esas evidentes señales que al estar dentro de una relación tóxica no parecen tan evidentes.
¿Quieres saber algunas señales de estas personas o pareja que pueden llegar a ser tóxicas dentro tu relación?
- Te controla (y según su manera de pensar) por tu propio bien.
- Te infravalora, irrespetándote y haciéndote sentir inferior.
- Un/una chantajista emocional.
- Los temas importantes se convierten en discusiones constantes.
- Te hace sentir culpable por todo, haciéndose pasar como víctima.
- No reconoce tus méritos. Porque le hace sentir inferior.
- No te deja ser tu restringiéndote tu personalidad.
- Esta lista puede ser mucha más extensa, pero a grandes rasgos menciono algunos fundamentales.
Todos hemos caído seguramente en relaciones de este tipo y sin darnos cuenta hemos tocado muy de cerca esas actitudes.
Una relación debe ser tan cercana como un oasis en calma que a una constante tormenta. Debe ser un lugar de crecimiento mutuo. Debe ser un espacio de aceptación, comprensión y buena comunicación para que se pueda generar una confianza bien fundada.
¿Y por qué nos cuesta tanto salir de este tipo de relación?
La falta de autoestima juega un papel fundamental en estas situaciones. Esa falta de respeto hacia uno mismo, hace que algunas personas prefieran estar en esa relación tóxica antes de verse solas por el miedo al abandono, al rechazo o la soledad. Otro aspecto importante es la dependencia emocional, por miedo al qué dirán o falta económica.
Hay que tener muy claro que una relación tóxica no es una relación, es un calvario, tensiones y constantes sufrimientos.
Toma esa gran decisión y sal de ahí, quiérete más, respétate y hazte respetar. No te engañes porque aguantar y soportar no es amor, es un martirio.
Está claro que nos es fácil, pero hay que tomar esa difícil decisión, pero realmente necesaria. Sólo así podrás acabar con esa relación y comenzar una nueva vida.
Lo importante de todo esto es tu calidad de vida, que es directamente proporcional a la calidad de tus emociones. La salud emocional y mental es lo más importante, no lo alargues, sal de ahí y comienza una nueva vida, porque todo sigue y todo llega.
Créete que mereces más. Y si es necesario, dedícate un tiempo a estar sol@, conócete mejor, acéptate, valórate y quiérete más, porque esos son los pilares sobre los que se sostendrá tu buena vida. Piensa, medita y trabaja para ti, invierte en tu autoestima, en tu confianza y tu desarrollo personal.