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¡Dosificado está muy bien y con equilibrio!

Deberías levantar la cabeza y observar lo que hay a tu alrededor, para, respira, observa, o pega un grito, apaga el mundo durante un rato y sal a caminar, pisar la hierba o mirar el cielo.

¿Acaso es más fácil seguir dándole hacia abajo con el dedo, sin ningún esfuerzo, que levantarse y salir a vivir de verdad?

Pero ni caso. Te apuesto que no pasará nada, seguirás horas y horas pegado a la pantalla, secuestrado por  el mundo virtual, navegando en ese monólogo de fotos y videos banales de conocidos y vidas privadas que ni conoces. Idealizando la vida de otro y sin vivir la tuya. ¡Que tristeza!

Que irónico, el que tengas que leer este post a través del móvil u ordenador que justamente estoy criticando. Pero la realidad es que te des cuenta del tiempo que malgastamos en vez de hacer algo productivo, estar atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor, llamar a algún amig@ con el que hace tiempo que no hablamos o tan sencillo que disfrutar del paisaje.

No se trata de satanizar las redes sociales, todo lo contrario, son excelentes herramientas que si sabemos utilizar nos pueden dar muy buenos beneficios, conocer a personas, lugares, ir más allá de nuestro entorno, comunicarnos muy rápidamente o como una increíble herramienta de marketing. Pero no es una obligación sino una opción, eso ya depende de cada quien y donde entra la responsabilidad personal en su uso. ¡Dosificado está muy bien y con equilibrio!

Me hace gracia recordar una frase que en su día mencioné en un post: “¿Acaso competimos por ser el más indiferente, el de la actitud más apática y el menos disponible emocionalmente?” Me viene a la cabeza por lo irónico de la situación, aunque vivimos conectados horas tras horas y estamos abducidos, vemos el mensaje llegar y nos hacemos los remolones, los indiferentes al responder, ya respondemos cuando nos da la gana. ¡Que falta de educación!

¿Pero cuál es la intención, acaso esa abducción no te deja ver más allá?

Navegamos en ese espiral sin sentido que nos roba hasta la educación y otro día / noche desperdiciada.

¿Tal vez huyendo de la vida, escondidos detrás de la pantalla, o tal vez esperando que suceda algo o aparezca alguien?

En resumen cada quien con su responsabilidad, pero a mi juicio, debemos parar ya,  reconectarnos a la vida real, porque la velocidad y las exigencias de la vida moderna nos alteran nuestros pensamientos y sentidos, nos desconectan de lo esencial. Tenemos que aprender a desconectar de la tecnología, dirigir nuestra energía, enfoque y atención hacia lo que realmente importa, nuestras prioridades.

¡Dosificado está muy bien y con equilibrio!


Para ya, respira y piensa en las cosas importantes, disfruta más tiempo de calidad, miremos más a los ojos, toquémonos, abracémonos, demos ese calor humano, simplemente pasemos más tiempo en el mundo real atentos con lo que ocurre a nuestro alrededor.

Como todo en la vida, lo importante es el equilibrio: utiliza la tecnología, pero ten en cuenta que no puedes dar abrazos, dar un cálido beso, respirar ese aroma de las bonitas flores, ese amanecer o atardecer que tanto nos gusta, podría describirte un sinfín de sensaciones que no podrás ver ni sentir a través de la pantalla.


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