“Nuestra mente siempre será como un escenario”; siempre seremos dueños de nuestra propia realidad. Cuando el telón está levantado siempre habrá un acto desarrollándose. Puede ser una buena o mala aventura, una comedia, una tragedia, algunas veces interesantes, otras aburridas; pero siempre nuestra mente está desarrollando algo en el escenario de la mente.
Y más allá de ese escenario, sin duda alguna nuestro rostro refleja todo lo que estamos pensando.